Una verdadera vida sana

Bea tiene 25 años y vive en la gran ciudad, siempre ha tenido consciencia de la importancia de llevar una vida sana y saludable, además de ir al gimnasio 3 veces por semana presta especial atención a sus comidas evita comer grasas, se ciñe a sus 5 comidas al día y consume a rajatabla 5 piezas de fruta al día (tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud). Bea es un ejemplo a seguir por todos, come sano y equilibrado, realiza deporte y se preocupa por ella y su salud.

A lo que mi amiga Bea nunca ha prestado especial atención es al tipo de fruta que come, ella cree que al comer cualquier fruta su cuerpo se llenaba de vitaminas y proteínas, pero la gran mayoría de veces ella estaba consumiendo fruta fuera de temporada, Bea no tenía ni la menor idea de que las frutas que no están en temporada pierden sus vitaminas y no son tan nutritivas como uno piensa, la fruta de temporada es más nutritiva que la fruta que ha sido transportada de un lugar a otro. El consumidor de estos tiempos se ha acostumbrado a que haya todo tipo de frutas todo el año, pero esto tiene un impacto fatal en el medio ambiente y sobre todo en la calidad final del producto, ya que por muy bien que se recreen las temperaturas en los invernaderos o traten minimizar los maltratos del producto en el viaje, no es lo mismo ni de lejos.

Cualquier trabajador agrícola sabe que el problema de la fruta que no es de temporada no es solamente el hecho de ser transportada, sino que también los procesos  a los que ha de ser sometida esta fruta antes de hacerlo, entre otras cosas se le agregan muchos químicos para que se mantenga en buen estado durante su viaje

Todos sabemos que las frutas orgánicas son un poco más costosas que las que no lo son, pero en realidad vale la pena gastar más en ella ya que estás comiendo un producto más nutritivo, sano, libre de químicos y además contribuyes a la conservación del medio ambiente. Al final del día nosotros somos quienes salimos ganando.

Ventajas de escoger fruta de temporada, ecológica y local:

·         Se reducen los costes de transporte y almacenamiento, lo que disminuye el gasto energético y ayuda a la protección del medio ambiente reduciendo las emisiones de CO2.

·         Estos productos son más beneficiosos para el consumidor ya que no contienen aditivos químicos ni pesticidas.

·         Ofrecen mayor seguridad alimentaria, ya que en el transporte pierden algunos de sus nutrientes y cualquier bacteria puede contaminar la mercancía, causando grandes pérdidas.

·         La comida local sabe mejor. Un producto recolectado ayer tiene mucho más sabor que uno anterior.

·         Tardan más en estropearse. Los productos recolectados tradicionalmente cerca de tu casa, son recién cogidos y  duran más tiempo.

·         Conoce de donde vienen tus alimentos. Siempre es más reconfortante sentarte a comer sabiendo de donde proceden los productos.

·         Impides monopolios. El 80 % de los productos se distribuyen en España por 5 empresas las cuales hacen y deshacen en cuanto a precios finales y en cuanto a qué se produce y cómo. Apoyar a los pequeños productores sirve para luchar contra esta mala práctica.