Sobre el compostaje

EL COMPOSTAJE

Cuál es la mejor opción para realizar abonados en nuestros jardines y plantas, la opción más extendida es comprar entre los cientos de abonos químicos que encontramos en el mercado pero  si nos implicarnos un poco más con el medio ambiente podemos fabricar de forma sencilla nuestro propio abono, a la vez que reciclamos parte de nuestros desechos.

La fabricación de compost es la forma más natural de abonar nuestras plantas. El compostaje es una técnica que imita a la naturaleza para trasformar de forma más acelerada todo tipo de restos orgánicos, en lo que se denomina compost o mantillo, que tras su aplicación en la superficie de nuestra tierra se irá asociando al humus, que es la esencia de un suelo saludable, fértil y equilibrado en la naturaleza.

Estas son algunas de las ventajas del compostaje:

·         Ahorraremos en abonos. Haciendo compost con nuestros restos no necesitaremos comprar abonos ni sustratos, ya que los tendremos en casa gratis y de gran calidad.

·         Ahorraremos en recogida de basuras. Se estima que entre el 40 y el 50% de una bolsa de basura doméstica está formada por desechos orgánicos.

·         Contribuiremos a reducir la contaminación. Cuanto más cerca aprovechemos los restos orgánicos más se reducirá el consumo de combustibles para el transporte, habrá menos acumulación de desechos en vertederos y contribuiremos a una notable reducción de sustancias tóxicas y gases nocivos.

·         Mejoraremos la salud de la tierra y de las plantas.  El compost tiene una calidad de asimilación incomparablemente superior a la de sustancias químicas, vigoriza la tierra y favorece la actividad de la vida microbiana, evita la erosión y el lixiviado de los nutrientes además en  potencia y favorece toda la actividad biológica de los suelos, que es la mejor garantía para prevenir plagas y enfermedades en los vegetales

 Si ya te has decidido por el compostaje te explicamos que necesitas para ponerte manos a la obra. Primero necesitaremos una compostadora, herramientas para voltearlo, tijeras de podar y un utensilio para sacar el compost ya hecho. El tamaño de la compostadora dependerá de la cantidad de compost que se quiera obtener, si no te animas a fabricarte el tuyo propio existen compostadoras prefabricadas.

Debemos usar en nuestra compostadora: Hojas, césped, hortalizas, paja utilizada como acolchado, ramas podadas (si las pasas por una triturada mucho mejor), serrín, etc... Las malas hierbas sólo si son anuales y no llevan semillas, porque las perennes que tienen estolones  pueden mantener su viabilidad y brotar. Cenizas, posos del café o de té, infusiones con papel incluido, cáscara de huevo, frutas, verduras y hortalizas, periódicos no impresos en color, yogures caducados, tapones de corcho, papel de cocina, aceite de aliñar, pelos, etc.

Y recuerda muy importante evita usar para hacer tu compost: Carne, huesos o pescado, (producen malos olores), plantas o frutos enfermos, excrementos de animales domésticos o de personas, ceniza o serrín de madera tratada o aglomerados,ya que estos son muy tóxicos contienen colas y barnices, y por supuesto cualquier material que no sea orgánico y biodegradable: plásticos, vidrio, etc.

La capa inferior de nuestra compostadora debe hacerse con ramas gruesas y piñas esta capa debe tener una altura de unos 30 cm

Mezcla varias capas de siega de hierba con residuos de corteza, podas de tallos jóvenes y papel troceado, en una proporción de 1 a 2. El estiércol o el mantillo del año anterior sirven como activador de la fermentación y se puede agregar al material, también en capas alternativas luego riega para agilizar la fermentación se puede usar activadores de compostaje.

Para que todo funcione correctamente necesitaremos humedad en el interior y una temperatura de 40-60ºC, nuestro compost estará preparado en unos 3 meses en la época de primavera-verano y hasta 6 meses en invierno.

Sabremos que nuestro compost está listo cuando tenga un color marrón o negruzco similar al del mantillo, olor a bosque y este frío, no debe reconocerse nada de lo depositado hace unos meses, excepto los trozos de ramas y piñas, las cuales se separan del compost con un tamiz.

Puedes dejarlo sobre la superficie a modo de acolchado o si no incorporarlo.

El origen mitológico de la agricultura

El origen mitológico de la agricultura

Ceres  enseñó a los hombres el arte de cultivar la tierra, de sembrar, recoger el trigo y elaborar pan, lo que hizo que fuese considerada diosa de la agricultura romana, viajó por numerosos países buscando a Proserpina, su hija.

En su periplo bajo la apariencia de una mujer vulgar, se detuvo cerca de Eleusis para descansar. Al verla la hija de Celeo (rey de Eleusis) la invitó a la mansión real para que reposara, el rey le dio tan sincera hospitalidad que Ceres devolvió la salud al hijo menor del rey Triptolemo, además Ceres tomo cargo de la educación del niño y quiso hacerle inmortal. A ese efecto durante el día lo alimentaba con su leche y por la noche lo tendía sobre ascuas para despojarle de su condición de mortal, pero la curiosidad de la madre de Triptolemo destruyo el encantamiento.

Decidió Ceres entonces que el niño fuese amado por todos los hombres y le enseño el arte de de la agricultura y le regaló un carro tirado por dragones para que recorriera los diversos lugares de la tierra y enseñara la agricultura a los hombres.

Al retornar Triptolemo de sus viajes instituyo fiestas  en Eleusis en honor de esta divinidad.

Ceres tenía doce dioses menores que la ayudaban y estaban a cargo de los aspectos específicos de la agricultura: Vervactor, que transforma la tierra en  barbecho; Reparator, que la prepara; Imporcitor  que la ara en anchos surcos; Insitor, que siembra; Obarator, que ara la superficie; Occator, que la escarifica; Sarritor, que la escarda; Subruncinator, que la clarea; Messor, que cosecha; Conuector, que transporta lo cosechado; Conditor, que lo almacena; y Promitor, que lo distribuye.

  Ceres, Museo del Vaticano, Roma (Italia)

Una verdadera vida sana

Bea tiene 25 años y vive en la gran ciudad, siempre ha tenido consciencia de la importancia de llevar una vida sana y saludable, además de ir al gimnasio 3 veces por semana presta especial atención a sus comidas evita comer grasas, se ciñe a sus 5 comidas al día y consume a rajatabla 5 piezas de fruta al día (tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud). Bea es un ejemplo a seguir por todos, come sano y equilibrado, realiza deporte y se preocupa por ella y su salud.

A lo que mi amiga Bea nunca ha prestado especial atención es al tipo de fruta que come, ella cree que al comer cualquier fruta su cuerpo se llenaba de vitaminas y proteínas, pero la gran mayoría de veces ella estaba consumiendo fruta fuera de temporada, Bea no tenía ni la menor idea de que las frutas que no están en temporada pierden sus vitaminas y no son tan nutritivas como uno piensa, la fruta de temporada es más nutritiva que la fruta que ha sido transportada de un lugar a otro. El consumidor de estos tiempos se ha acostumbrado a que haya todo tipo de frutas todo el año, pero esto tiene un impacto fatal en el medio ambiente y sobre todo en la calidad final del producto, ya que por muy bien que se recreen las temperaturas en los invernaderos o traten minimizar los maltratos del producto en el viaje, no es lo mismo ni de lejos.

Cualquier trabajador agrícola sabe que el problema de la fruta que no es de temporada no es solamente el hecho de ser transportada, sino que también los procesos  a los que ha de ser sometida esta fruta antes de hacerlo, entre otras cosas se le agregan muchos químicos para que se mantenga en buen estado durante su viaje

Todos sabemos que las frutas orgánicas son un poco más costosas que las que no lo son, pero en realidad vale la pena gastar más en ella ya que estás comiendo un producto más nutritivo, sano, libre de químicos y además contribuyes a la conservación del medio ambiente. Al final del día nosotros somos quienes salimos ganando.

Ventajas de escoger fruta de temporada, ecológica y local:

·         Se reducen los costes de transporte y almacenamiento, lo que disminuye el gasto energético y ayuda a la protección del medio ambiente reduciendo las emisiones de CO2.

·         Estos productos son más beneficiosos para el consumidor ya que no contienen aditivos químicos ni pesticidas.

·         Ofrecen mayor seguridad alimentaria, ya que en el transporte pierden algunos de sus nutrientes y cualquier bacteria puede contaminar la mercancía, causando grandes pérdidas.

·         La comida local sabe mejor. Un producto recolectado ayer tiene mucho más sabor que uno anterior.

·         Tardan más en estropearse. Los productos recolectados tradicionalmente cerca de tu casa, son recién cogidos y  duran más tiempo.

·         Conoce de donde vienen tus alimentos. Siempre es más reconfortante sentarte a comer sabiendo de donde proceden los productos.

·         Impides monopolios. El 80 % de los productos se distribuyen en España por 5 empresas las cuales hacen y deshacen en cuanto a precios finales y en cuanto a qué se produce y cómo. Apoyar a los pequeños productores sirve para luchar contra esta mala práctica.