miércoles, 10 de agosto de 2011

El origen mitológico de la agricultura


El origen mitológico de la agricultura
Ceres  enseñó a los hombres el arte de cultivar la tierra, de sembrar, recoger el trigo y elaborar pan, lo que hizo que fuese considerada diosa de la agricultura romana, viajó por numerosos países buscando a Proserpina, su hija.

En su periplo bajo la apariencia de una mujer vulgar, se detuvo cerca de Eleusis para descansar. Al verla la hija de Celeo (rey de Eleusis) la invitó a la mansión real para que reposara, el rey le dio tan sincera hospitalidad que Ceres devolvió la salud al hijo menor del rey Triptolemo, además Ceres tomo cargo de la educación del niño y quiso hacerle inmortal. A ese efecto durante el día lo alimentaba con su leche y por la noche lo tendía sobre ascuas para despojarle de su condición de mortal, pero la curiosidad de la madre de Triptolemo destruyo el encantamiento.

Decidió Ceres entonces que el niño fuese amado por todos los hombres y le enseño el arte de de la agricultura y le regaló un carro tirado por dragones para que recorriera los diversos lugares de la tierra y enseñara la agricultura a los hombres.

Al retornar Triptolemo de sus viajes instituyo fiestas  en Eleusis en honor de esta divinidad.

Ceres tenía doce dioses menores que la ayudaban y estaban a cargo de los aspectos específicos de la agricultura: Vervactor, que transforma la tierra en  barbecho; Reparator, que la prepara; Imporcitor  que la ara en anchos surcos; Insitor, que siembra; Obarator, que ara la superficie; Occator, que la escarifica; Sarritor, que la escarda; Subruncinator, que la clarea; Messor, que cosecha; Conuector, que transporta lo cosechado; Conditor, que lo almacena; y Promitor, que lo distribuye.

  Ceres, Museo del Vaticano, Roma (Italia)

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