La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ve "desproporcionadas" las multas de 600 euros que el Ayuntamiento ha impuesto a voluntarios de la perrera municipal por pasear perros sin bozal o sueltos y por no recoger los excrementos.
En un comunicado de prensa, la defensora de los ciudadanos de Barcelona recomienda a la concejalía de Medio Ambiente que si las personas sancionadas no son reincidentes, puedan sustituir las multas, que les han sido impuestas en el ejercicio de un voluntariado, por trabajos en beneficio de la comunidad o cursos de formación, como prevé el ordenanza sobre protección y tenencia y venta de animales de Barcelona.
La institución municipal ha recibido desde 2009, diecisiete quejas de voluntarios del Centro de Acogida de Animales de Compañía (CAAC), que se encuentra en el parque de Collserola, por el importe de las multas que se les impone por llevar el animal sin bozal o desatado y por no recoger los excrementos.En un comunicado de prensa, Vilà dice que imponer a una persona una multa de 600 euros puede suponer una carga imposible de soportar para muchas economías familiares en tiempos de crisis.
Maria Assumpció Vilà considera que el importe de la multa es "desproporcionado con los perjuicios causados" y recomienda al ayuntamiento que lo revise y reduzca al mínimo y que tenga en cuenta la tarea social desinteresada que hacen los voluntarios.
"No parece equitativo que se imponga el mismo importe a un ciudadano que realiza, con su voluntariado, una tarea social que una persona que pasea su animal por la ciudad", apunta la sindica.
Vilà reconoce que los agentes de la Guardia Urbana han puesto las sanciones correctamente, pero pide al ayuntamiento que tenga en cuenta como atenuante la tarea social que estaban haciendo estas personas en el momento que fueron sancionadas y otras circunstancias, como que se trata de un entorno natural y poco habitado.
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