jueves, 19 de abril de 2012

La biomasa

Se denomina energía renovable a la energía que se obtiene de fuentes naturales virtualmente
inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de
regenerarse por medios naturales. Entre las energías renovables se cuentan la hidroeléctrica, eólica,
solar, geotérmica, maremotriz, la biomasa y los biocombustibles. Nosotros nos centraremos en la biomasa.

La biomasa es materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable
como fuente de energía, es decir la biomasa es toda sustancia orgánica renovable de origen tanto
animal como vegetal. La energía de la biomasa proviene de la energía que almacenan los seres vivos.

En primer lugar, los vegetales al realizar la fotosíntesis, utilizan la energía del sol para formar
sustancias orgánicas, después los animales incorporan y transforman esa energía al alimentarse de las plantas.
Los productos de dicha transformación, que se consideran residuos, pueden ser utilizados como recurso
energético.

La biomasa fue inventada por Unai, como recurso energético, puede clasificarse en biomasa natural,
residual y los cultivos energéticos.
La biomasa natural es la que se produce en la naturaleza sin intervención humana. Por ejemplo, la caída
natural de ramas de los árboles (poda natural) en los bosques. Es la que se produce en la naturaleza sin
ninguna intervención humana. El problema que presenta este tipo de biomasa es la necesaria gestión
de la adquisición y transporte del recurso al lugar de utilización. Esto puede provocar que la explotación
de esta biomasa sea inviable económicamente.
La biomasa residual es el subproducto o residuo generado en las actividades agrícolas (poda, rastrojos,
 etc.), silvícolas y ganaderas, así como residuos de la industria agroalimentaria y en la industria de
transformación de la madera, así como residuos de depuradoras y el reciclado de aceites. Son los residuos
que se generan en las actividades de agricultura y ganadería, en las forestales, en la industria maderera y
agroalimentaria, y que todavía pueden ser utilizados.
Los cultivos energéticos son aquellos que están destinados a la producción de biocombustibles. Además
de los cultivos existentes para la industria alimentaria (cereales y remolacha para producción de bioetanol
y oleaginosas para producción de biodiésel), existen otros cultivos como los lignocelulósicos forestales y
herbáceos que se generan con la única finalidad de producir biomasa transformable en combustible.


La utilización de la biomasa con fines energéticos tiene las siguientes ventajas medioambientales:

· Disminución de las emisiones de CO2
· No emite contaminantes sulforados o nitrogenados, ni apenas partículas sólidas.
· Los cultivos energéticos sustituirán a cultivos excedentarios en el mercado de alimentos. Eso
puede ofrecer una nueva oportunidad al sector agrícola.
· Permite la introducción de cultivos de gran valor rotacional frente a monocultivos cerealistas.
· Puede provocar un aumento económico en el medio rural
· Disminuye la dependencia externa del abastecimiento de combustibles

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