Visita de la gente de la “Fàbrica del Sol”

Este fin de semana nos visitó la Gente de la “Fàbrica del Sol” dentro de su programa de actividades: Agricultura Urbana “Pagesos de muntanya”.

La “Fàbrica del Sol”  es un equipamiento para la educación ambiental promovido por el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, ​​y en colaboración con la asociación Futuro Sostenible.
Es un espacio vivo donde aportar e intercambiar ideas para avanzar en el camino de la
sostenibilidad. Un lugar abierto a todo el que quiera conocer los recursos y las buenas prácticas en ante los retos de la sostenibilidad.
Ofrecen un servicio de información y asesoramiento sobre cualquier cuestión relacionada con el medio ambiente urbano, la sostenibilidad y las energías renovables. Integra diversos recursos audiovisuales e interactivos que hacen de la visita una experiencia educativa que permite encontrar soluciones individuales y colectivas, para vivir de una manera más sostenible, tanto desde el punto de vista arquitectónico, como del estilo de vida.

 También ofrece una programación de actividades de carácter formativo, informativo y participativo que incluye: talleres educativos, exposiciones temporales, itinerarios urbanos, charlas y conferencias y actividades lúdicas de fin de semana.
Esta vez Can Carlets abrió sus puertas para intentar responder a la pregunta que nos plantearon:

 ¿Se puede hacer agricultura ecológica en Barcelona?

 Pese a un día frío y lluvioso, la visita se presento con pocas bajas. Venían de ver a nuestros amigos de Can Soler. Durante la visita les enseñamos nuestra finca, todavía con producción en el árbol, hablamos de manejo ecológico y respondimos todas las curiosidades.

Intentamos que se llevaran una visión global de la agricultura ecológica y de las dificultades comerciales que existen. Se habló de las cooperativas de consumo, de la venta on line, de los apadrinamientos de Can Carlets, del manejo de plagas, de otoños sin lluvia y tratamos de concienciar de la importancia que tiene cuidar espacios verdes tan importantes como Collserola.

Después de dos horas todos se fueron para casa con un pequeño regalo, nuestras mandarinas de final de temporada, y nos quedamos con un comentario que nos hizo uno de los visitantes. Nos dijo que el consume ecológico hace años pero que muchas veces tiene la sensación que es un acto de fe.

¿Cómo es posible que no exista difusión suficiente y una total transparencia desde los organismos oficiales para que el consumidor ecológico deje de realizar estos actos de fe?

¿Cuánto queda por andar hasta que el consumidor tenga una total certeza de que lo que está comprando es producto ecológico 100%?

Esperamos que la visita fuera agradable y volver a recibirlos pronto.